27.5.14

Mad Men 7x7 (final) continuará...

Peggy y Don miran el futuro, soñar es gratis...

(Mad Men 7x7 Waterloo review/opinion)
Reviews: 7x1/7x2; 7x3; 7x4; 7x5; 7x6.

A partir de aquí, spoilers.
En Mad Men las cosas no se dicen, se intuyen. No hace falta que Megan le diga a Don que no le quiere volver a ver más, ese trago de vino blanco, ese silencio, esa duda en el aire lo dice todo. Megan toma el sol en Los Angeles, en bikini, con sus textos, sabe lo que quiere, es feliz con esa luz que es vida, está sola, no necesita a nadie para ser ella misma, ese telescopio en la terraza muestra a una mujer que mira más allá de sí misma. Megan rompe con Don, una lágrima asoma, Don cuelga, gesticulando, pero sin mostrar vulnerabilidad alguna, se sigue mirando el ombligo. Es como si Don se lo esperase. Nadie ama a Don porque es mucho Don, se resigna. Cuando cuelga, Don está en la penumbra de su casa, con un vaso de whisky, igual de solitario. ¿Le vemos romperse? No. Sólo le hace un comentario de refilón a Peter en un avión. Don se deja llevar de nuevo. "Te lo debo", le ha dicho. "Te protegeré". Como si fuera un chulo, un padre, un hermano, pero no el amor de su vida. Don pretendía abandonar la agencia con una excusa: Megan. Sin esa excusa, pelea por su puesto. En cierta manera, el rechazo de Megan empuja a Don a seguir luchando por lo que más le importa en realidad: su trabajo. No sé si ésta será la última vez que veamos a Megan…

Una ruptura sin palabras.
El falso fondo de Los Angeles en el piso de Megan ;)
No sólo Megan se olvida de Don. Betty tiene unas duras palabras cuando le describe a una amiga la relación con su ex marido, al que recuerda como "un mal novio de hace tiempo". Eso es el amor. Ayer estás loca por un extraño y mañana el padre de tus hijos es un vago recuerdo. Don se queda sin pasado y sin futuro de un plumazo, no es nadie. Tampoco en la agencia, cuando Lou sin cortarse un pelo le llama abusón y borracho, "un jugador de fútbol con traje", que en realidad no impresiona. Pero Don se enfurece como un toro, y pide ayuda a Sterling, siempre su fiel escudero (aunque parezca un Quijote en realidad). Don es vital en la presentación del anuncio para las hamburguesas de Burger Chef, así que todo el mundo vuelve a tragar.

A Don sólo le queda mirar a la Luna, a ese futuro que parece imposible, sentado en la cama con Peggy, su alma gemela. Matthew Weiner alarga esta secuencia en la que la pareja parece mirarnos directamente a los ojos. Ellos, como el mundo entero, asiste en silencio a la llegada del Apolo 11 a la Luna. Del 16 al 20 de julio de 1969 transcurre el episodio 7x7 de Mad Men, llamado Waterloo. Un comentario de Cooper sobre Napoleón queda en la memoria de Sterling cuando Cooper muere viendo la televisión, tras afirmar, feliz: ¡Bravo! "Cuando alguien habla de Napoleón sabes que va a morir". Con Cooper desaparece la vieja escuela, el mentor de Sterling, una forma de hacer publicidad, una generación. Un duro golpe para Sterling, que sabe reaccionar, como también lo hace Don. La muerte de Cooper sirve de revulsivo para los dos. Cooper sabía lo que hacía cuando le dice a Sterling que él nunca será un líder. Sabía que lo sería: un amago es no quitarse los zapatos en su presencia. Por eso Sterling saca pecho y organiza su propia Waterloo. Contra Cutler nada mejor que unirse al enemigo, a McCann, la única forma de seguir con la agencia, el espíritu de su mentor y mantener a salvo a Don. Por su parte, Don, como ya se veía venir, le deja el mérito de la campaña, lucirse, a Peggy. Me chifla ese momento de ella con los rulos y la bata y ese Don convenciéndola para que sea más ambiciosa. "Y no tenemos alcohol", farfulla ella. Don consigue que Peggy vuele sola, ante una panda de tíos que de inicio parecen desaprobarla, pero a los que acaba por convencer con su propio discurso. Que Peggy defienda la cuenta, la hace suya. Peggy lo borda, claro, y Sterling y Don vuelven a estar codo con codo, en un nuevo desafío. Cuando Don convence a Ted para que se quede (quiere dejar el negocio aburrido de despachos), en realidad, se lo está diciendo a sí mismo, porque sin trabajo Don no es nada. "No quieras ver lo que sucede cuando todo esto desaparece".

Sally, miniBetty, y el futuro ligue feo de Peggy.
En este episodio se cierran unos caminos, pero se abren otros muy interesantes para los últimos siete episodios de esta última temporada. Weiner había prometido un final que podría ser de la serie y así ha sido, en efecto. Don sigue siendo Don en su trabajo y vuelve a estar soltero, la agencia sigue adelante con un contrato de cinco años, mínimo. Pero, ¿qué pasará con Sally? La vemos crecer muy rápido, parece su madre en miniatura, se queda toca loca con el cachas del hijo de la amiga de su madre, pero al final se decanta por besar al feo nerd que la invita a mirar por el telescopio. Me imagino a Sally mirando por el telescopio de Megan en menos tiempo de lo que parece. Sally se pinta hasta los labios pero el chico cachas no la hace ni caso. Eso no la hunde ni se empecina en hacerse con el chico. Elige besar al feo, y después, tranquila, se fuma un cigarro. Rápidamente, Sally pasa de ser su madre a convertirse en su padre. Otro punto y aparte es el tal Nick, un tipo simpaticote, aunque feo, que le da su número de teléfono a Peggy. ¿Será éste su media naranja, un tipo que le haga vivir la vida de una forma más natural, sin ataduras intelectuales? ¿Qué será del vecino de Peggy, se irá finalmente? A Peggy le recuerda a su propio hijo: si tu madre cambia es porque le importas, le dice. Podría haberse imaginado fácilmente a ese niño, feliz, comiendo en una de las hamburgueserías, lejos de casa.

Y, por último, lo más importante, ese Cooper bailando en calcetines por el pasillo de la agencia, rodeado de secretarias, una alucinación de Don, aún en shock. Nada que ver con la broma de claqué que se marcó Ken en el episodio 6x8. El número de Robert Morse (¡con 83 años recién cumplidos!) me toca la fibra. La ruptura con Megan no consigue emocionar a Don, pero imaginarse a Cooper cantando que las cosas mejores de la vida son gratis es lo que le confunde por completo (The Best Things in Life are Free, de Bing Crosby). Una última imagen muestra a Don con la cara desencajada, apoyándose en uno de los escritorios para no caerse. Gratis es su amistad con Sterling, el amor de su hija, el apoyo a Peggy, eso es karma. En 2015 veremos sus consecuencias...

Robert Morse en Cómo triunfar sin dar golpe (David Swift, 1967)


Más videos de Robert Morse:

3 comentarios:

yramosi dijo...

que grande es el duo Sterling y Don, son mejor que la extraña pareja

que ambiciosa es Joan, no le perdona a Don no haber ganado 1 millon al no salir a bolsa y que tirria le tiene a Harry



Anónimo dijo...

En los dos últimos capítulos hay varios momentos de "cierre" para la serie. Me gusta cuando Peter, Peggy y Don comparten mesa y unas hamburguesas, en plan "aquí estamos los tres, juntos una vez más".
No creo Don se vea el ombligo cuando se termina su historia con Megan. Siempre ha sabido que el matrimonio duraría mientras ella lo soportase. Mientras tolerase su carácter impasible, sus mentiras, sus aventuras....A mi ese "Te lo debo" me suena real. Realmente Don está hundido y le debe a Megan no haber sido una mujer tan odiosa como Betty (je,je).
Por último, sólo espero no jueguen con nosotros con ese baile de Cooper. Que no sea el recurso de la alucinación visual y nos planteen eso de "Don Draper tiene un tumor cerebral y le quedan 7 capítulos". Cada vez estoy más convencido de que la serie termina con Sally llevando flores a la tumba de Don, 10 años más tarde....pero si esto ha sido una alucinación y no un recurso "gráfico" me parecería un golpe bajo de Weiner.

Jose Gestido

Mariló García dijo...

No es la primera vez que Don tiene visiones, así que yo no le doy la mayor importancia.

Mi final perfecto sería con Don vivo, de viejo, con Sally a su lado. Y espero que a Peggy Olson le den un final que perdure en la memoria. Me importa más el final de ella que el de Don.