27.4.14

Curiosidades La mujer del cuadro (1944), de Fritz Lang

Antes de ver Laura (1944), de Otto Preminger, me había sorprendido la cantidad de referencias a la bebida que se escuchan en La mujer del cuadro, de Fritz Lang. En 1944 se estrenaron las películas de cine negro más relevantes del género, aunque éste existiera desde los años 20, con El gabinete del doctor Caligari, por ejemplo.

http://www.coctelesfueradeserie.com/2014/04/que-se-bebe-en-la-mujer-del-cuadro-1944-fritz-lang-edward-g-robinson.html

En estas películas, a pesar del blanco y negro, es un gustazo ver cómo se arreglan ellos y cómo visten ellas. Los guiños a la bebida son contínuos (de ello hablo aquí), también el enredo absoluto, la femme fatale de turno, el profesor que se mete en un lío y se pasa al lado oscuro, y el temor a ser descubierto, el remordimiento, etc., claves de un género con personajes corruptos, violencia y escenarios cada vez más sórdidos. 

Edward G. Robinson, aquí un profesor de psicología que se mete en un lío a los 40 (curioso que se escuche que a los 40 se ha terminado la vida para uno), también protagonizaría el mismo año Perdición, de Billy Wilder en la que es un agente de seguros que desconfía del accidente de un asegurado, en realidad, asesinado por su mujer y un colega de la aseguradora. En esta ocasión, estaba del lado de la ley. Le acompaña Joan Bennett (El padre de la novia, Secreto tras la puerta).

En Perversidad (1945), también de Fritz Lang, repetiría el mismo papel que en La mujer del cuadro, al interpretar a un hombre infelizmente casado, cajero que en sus ratos libres pinta y es embaucado por una joven cuyo novio maltrata y que la usa de gancho para vender los cuadros como si fueran de ella (hay otra mujer del cuadro pues el cajero llega a pintar a esta femme fatale sin autoestima alguna).

+Curiosidades Perdición (1944), de Billy Wilder.
+Curiosidades Laura (1944), de Otto Preminger.

(con spoilers)

Además de contar aquí el desarrollo y desenlace de la película, no puedo por menos que comentar que muchos finales se han copiado de éste, empezando por el final de Los Serrano. Que todo sea un mal sueño, una pesadilla, del protagonista, lo vemos en este filme de Fritz Lang con el pequeño gran Edward G. Robinson sudando la gota gorda por querer echar una canita al aire.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas totalmente confundida, el final no tiene nada que ver con la pelicula, es debido al codigo Hays , de la censura americana que impide que ganen los malos.

Mariló García dijo...

No entiendo "el final no tiene nada que ver con la pelicula". Hay otras maneras de que no "ganen los malos", lo puedes ver en otras películas del género. Pero, ¿un sueño? Llama la atención.

Anónimo dijo...

Sería original , pero mas falso que un billete de 30 euros .... solo se puso por imposiciones morales de la época , asi que el merito se lo tendremos que dar al censor de turno.

Mariló García dijo...

En eso estoy de acuerdo. Ese tipo de final no me interesa para nada. Que todo sea un sueño o algo producto de la imaginación.