23.10.12

The Walking Dead, la cárcel, Dead Set a lo bestia, y Rick, Dexter


En la tercera temporada de The Walking Dead lo están dando todo (algo parecido ocurrió en el arranque de la segunda temporada). Imposible contar los re-muertos que se cargan en el primer episodio. Cuando creíamos haberlo visto todo (cabezas sesgadas, ojos taladrados a través de la valla, zombies sin brazos como si fueran dobermans) llega el segundo episodio en el que descubrimos a esa panda de cinco reclusos que no se han enterado de nada, que han permanecido ajenos al holocausto zombie durante 10 meses dentro de la cafetería de la cárcel. Estos cinco criminales son, paradójicamente, los más inocentes. Han vivido en la inopia, lo que me recordó a los concursantes del Gran Hermano de la británica Dead Set, que tampoco entendían por qué nadie hablaba con ellos, creyendo que el silencio formaba parte del concurso. Estos cinco presos, que intuímos llevan la misma ropa durante 10 meses, no se han limpiado, pero nadie parece reparar en ello, no saben cómo matar un zombie y tienen miedo (aunque no lo muestren). Cuando uno de ellos es mordido, y aunque suplique, no queda otra, estacazo en la cabeza. Pero lo peor está por llegar. Por fin, Rick se abandera como auténtico líder al decidir cargarse al líder de los otros, un chicano que está más zumbado que unas maracas. No es un zombie, pero ha puesto en peligro su vida y la del grupo. Sin mediar palabra y tras un silencio incómodo le mete un hachazo en la cabeza. Este momento me recordó a cuando Dexter mata a alguien fuera de su propio código, un inocente. Rick mata por primera vez a alguien que no está infectado, que no es un zombie. Algo en Rick ha cambiado. Ya lo intuímos cuando le cortó la pierna al médico. El pobre sigue escuchando a su embarazada diabólica mujer... Lori muérete, haznos ese favor. También en el hijo pequeño, que dispara y hasta le da tiempo a ligar. Pero el momento salvaje, aunque no lo veamos, es ése en el que la valiente le practica una cesárea a una zombie. Tendrá que hacerlo bien, porque seguramente el hijo que tenga Lori sea el antídoto que los salve a todos, ahora que saben que están infectados... The Walking Dead ha vuelto a lo bestia, más sangrienta que nunca.

+Yo sobreviví al ataque de un zombie de The Walking Dead.

1 comentario:

Mariló García dijo...

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