12.6.12

Piloto. Hit and Miss, Chloe Sevigny, una asesina a sueldo con estilazo

(puede contener spoilers) ¡Por fin una serie que no es Mad Men en la que la prota fuma! Chloe Sevigny es Mia en la serie británica Hit & Miss, una asesina a sueldo, fría y femenina, que mata en silencio, de noche, escondida bajo una capucha, cual gata. La vida le cambia radicalmente cuando se debe de hacer cargo de su hijo, al que no ha vuelto a ver desde que se hizo transexual.
Chloe ¿o Jessica Rabbit?, entre Dexter y Justified.
En el piloto me sorprende la variedad de modelos que luce la actriz de Big Love (una fashionista en la vida real), y eso que, se supone, va con una pequeña maleta en busca de su hijo, en medio del campo. Los rojos (como la sangre) y los morados son sus colores favoritos. Vestidos y camisas holgadas, estilo boho-chic, setentero, vaqueros de cintura alta y pata de elefante, botas de cowgirl. De hecho, la música muchas veces recuerda a un western.


Momentazos. Cuando mata por primera vez y se descubre, soltando una melena negra. Se pinta los labios de rojo. Cuando llega a su casa, se desnuda y entra en la ducha, donde descubrimos que tiene pene. Mia antes era Ryan. Así se llama también su hijo de 11 años, fruto de una relación con una mujer, fallecida de cáncer.

Mia es una mujer solitaria que mantiene una rutina. Se entrena, corre, da puñetazos a un saco en su casa. “Eres una máquina”, le dice el mafioso que la contrata, en un antro del barrio chino (esos primeros planos de cabezas de pato colgadas...). Cuando conoce a su hijo, impera su sensibilidad femenina, tal vez lo que le completa como mujer, además de las hormonas. Y le pregunta (y se pregunta) si su próxima víctima tiene hijos. "Nunca te importó", le recuerda el matón. Su antigua vida reaparece, ¿la podrá compatibilizar? Cuando busca a su hijo, que es como reecontrarse consigo mismo (misma), con Ryan, se enfrenta a cuatro chavales que parecen sacados de Shameless. Que también han sido, en cierta manera, maltratados por la sociedad, expulsados de ella. Una mulata que se encama con un chulo y que odia a su nuevo "padrastro"; un chaval problemático que gasta el tiempo en hacer fotos comprometedoras con su móvil, obsesionado con el sexo; una niña que no ha superado la muerte de su madre (rapa al cero a su Barbie) y Ryan, un chaval que sufre bullying y duerme en una tienda de campaña. Y, a pesar de todo, estos cuatro hermanos más o menos se las apañan bien.

Precioso trench, al ránking.
Te crees a Chloe Sevigny como mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Cuando la mulata le quita sus pastillas de hormonas, se enfada, y pega un puñetazo al armario, como Hulk. Sin ellas, podríamos asistir a una transformación imprevisible. Una superheroína. Al menos de estos niños lo es, lo será.

Ryan madura en un día lo que no ha madurado en toda su vida. El niño pierde el miedo al conocer a Mia. Este pequeño actor me recordó al niño de The Walking Dead, con los mismos ojazos.

Serie muy recomendable, diferente.

1 comentario:

Alex dijo...

Se va a llevar unos cuantos premios por este papel. A mí la serie me está gustando bastante.