19.6.12

The Killing: el asesino de Rosie Larsen es...


Cuando oí hablar de The Killing rápidamente me enganché, como comenté. El piloto, a pesar de su inicial similitud con Twin Peaks (¿quién mató a Rosie Larsen? podría ser el nuevo ¿quién mató a Laura Palmer? de una generación), nada tenía que ver con aquélla. Aquí había un asesino real, sin sueños oníricos ni locuras de creador. ¿Quién había matado a la adolescente? Una pareja de policías, una familia destrozada, un político y su equipo en medio de unas elecciones. ¿Estaría el asesino entre ellos? 
La primera temporada la vi del tirón, a ritmo USA. Hubo personajes que molaban un montón (como aquel ricachón que tenía una superpiscina transparente encima de su salón) de los que nunca volvimos a saber. Y a medida que avanzaba la temporada se iba enredando más la cosa. El jarro de agua fría llegó cuando nos avisaron de que el asesinato no se resolvería en la primera temporada (como sí ocurría en su versión original danesa, a cuya protagonista, Sofie Gabrol tuve el placer de entrevistar).  A pesar de sus reticencias por un remake, al final hemos visto a la actriz en un pequeño cameo en la segunda temporada.
Y es que The Killing USA, a pesar de los peros iniciales en su segunda entrega (yo, de hecho, no la seguí del mismo modo y me hice un maratón con los siete primeros cuando leí que la cosa se ponía genial), cogió de nuevo cuerpo, y ya no hubo quien la parara. La segunda temporada ha incluido mucho más humor, a pesar de las circunstancias, y hemos visto una evolución mayor de los personajes, especialmente de la agente Linden (Mireille Enos), sin su marido, ni su hijo, fumando, liberada y hasta riéndose con las tonterías (siempre bienvenidas) de su colega Holder (me encanta, las frases de negrata de Holder –Joel Kinnaman– son ya antológicas). Y, sobre todo, y esto ya lo constatamos desde el inicio, cómo un asesinato puede afectar a toda una comunidad. 

(a partir de aquí con spoilers)

(con spoilers)

Éste ha sido uno de los puntos fuertes de The Killing, con el que hemos empatizado todos. Cuando alguien cercano muere, nos afecta, a corto plazo, con dolor, a largo plazo, hay que saber sobrevivir en positivo. En el matrimonio, la infidelidad de ella (magnífica Michelle Forbes), la huída, la búsqueda del padre de Rosie (el biológico, que no era otro que Jonathan Cake, el detective de Mujeres desesperadas), su mentira. Ese padre (grande Brent Sexton) que desconfía de sus antiguos colegas de la mafia, que sufre en soledad, que casi se rompe en brazos de Terry, la hermana de su mujer (Jamie Anne Allman, cuántos silencios!), que no sabe cómo sobrellevar la rabia de sus hijos. El matrimonio a pesar de todo salió fortalecido, se mudan.

En ese equipo político, con un futuro alcalde, Darren Richmond, de gran corazón (Billy Campbell), algo inusual en la ficción y en la realidad (sólo hay que ver cómo se las gasta su contrincante), dolido de por vida por la desaparición de su mujer, que acaba en silla de ruedas por la venganza de un loco (amigo del padre de la asesinada, Belko), confesando un intento de suicidio. El principal sospechoso se transforma en otra víctima de las circunstancias. Y esos dos ayudantes, con una coartada endeble: Gwen (Kristin Lehman), la amante ambiciosa, con un pasado de abusos sexuales, y Jamie (Eric Ladin), ese pequeño workaholic, del que nada sabíamos, pero que nos pasó desapercibido (¿a que sí?).
Y, por último, la pareja de policías. Ya lo comenté cuando hablé del piloto: "Excepcional la ambientación, la música y la actuación de Mireille Enos (aunque personalmente siento debilidad por ese poli goofy que es Stephen Holder)". Descubrimos que estos dos comparten un pasado de muñecos rotos: Linden estuvo ingresada en un psiquiátrico; Holder fue adicto a las drogas. Nadie se salva en The Killing (resulta sospechoso hasta el nuevo teniente, Mark Moses, el famoso Paul Young de Mujeres desesperadas). El asesinato de la niña podría ser perfectamente la punta del iceberg. Habría para muchas más temporadas (¿qué harán?)...



Cuando terminó  la primera temporada comenté cinco cosas:
  • "No quiero que Holder, el personaje más gracioso, sea el malo de la película. Necesito creer que hay algo detrás de todo esto. Espero que sea una acción encubierta de las suyas". Bueno para el caso fue lo mismo. Le tomaron el pelo y así comprendimos cómo se las gastaban en la policía.
  • "Tampoco quiero que maten a Richmond, aunque sí es verdad que su personaje lo ha dado todo". Pues nos sorprendió confesando su intento de suicidio y dejando con el culo al aire a su ayudante.
  • "Que los Larsen se separen puede provocar que la hermana sustituya a la madre en esa familia". A punto estuvo. Tampoco me ví venir que ella tuviera algo que ver.
  • "Habrá que ver cómo afecta el intento de asesinato o asesinato de Belko, el colgado despedido". Se quedó en intento, pero a cambio mató a su madre y finalmente se suicidió. Más sangre.
  • "¿Entrará la mafia y hará lo que no logra conseguir la policía?". Así fue, pero también estaban pringados, como los indios del casino. No se salvaba nadie. El Tony Soprano de Seattle moría a manos de uno de los suyos.



El asesino.
Con todo lo dicho anteriormente, siempre sospeché de la ayudante del político. Los guionistas me la colaron. Cuando en el penúltimo episodio descubrimos que ha sido el otro, el ayudante adicto al trabajo, al que Rosie vio confabulando con la jefa india y el amante de la tía, me dije: ¿y qué dejarán para la finale? Pues algo mucho más gordo: el asesino suele ser alguien cercano a la familia. Y voilá! Si Jamie provocó el accidente, Terry fue la autora material del asesinato.

Y así es como en el último episodio vemos varios finales diferentes. La confesión ante su jefe del criminal, que cae fulminado por Holder. Su speech sobre la ciudad de Seattle me recordó al de Kelsey Grammer mirando Chicago en Boss. Era como si el Smithers del señor Burns de Los Simpson se hubiera hecho realidad, maléfico. Luego un intermitente roto en casa de los Larsen, la tía empujó el coche al agua: "No sabía que era ella". Y los Larsen mirándose al espejo, la mayor de las crueldades, tener a las cucarachas dentro de tu propia casa. Tantos días mintiéndoles a la cara. Muy jodido.
El tercer final llega con la película que rodó Rosie como despedida para su familia antes de irse a la aventura de ver sus mariposas, de vivir. Muy, muy emotivo, se me cae una lágrima. Y finalmente, la pareja de polis se separa, hay otro muerto, otro caso, pero Linden se aleja, sonriendo, no hace sol porque siempre habrá cierta neblina en Seattle, pero en su interior, Linden descansa, por fin, tranquila. Los echaré de menos (no sé qué podríam ocurrir de haber tercera temporada).

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4 comentarios:

LolaRubio dijo...

Yo estoy no sólo muy satisfecha con esta serie, sino que hacía muchísimo tiempo que algo no me calaba como lo ha hecho este show. Tremendo, tremenda la ambientación, tremendos practicamente todo el reparto, tremendos los matices de la investigación,,,,en fin, la he disfrutado muchísimo y espero tenerla dentro de poco en DVD.

Aquí tienes mis impresiones de la season final y de la serie en TV Spoiler Alert. Un Saludo!!

http://www.tvspoileralert.com/2012/06/killing-s02e13-what-i-know-season.html

Mariló García dijo...

me paso a leerte! a mí tb me ha gustado bastante!

Raquel dijo...

Pues a mí me ha decepcionado...

La primera temporada me encanto, y me fui a ver Forbrydelsen y me encantó/me flipó, y me di cuenta que The Killing era una copia total.

Empecé la segunda temporada de esta, y para mí fue una caída en picado, muchos personajes nuevos, muchas historias nuevas... claramente no debí ver Forbrydelsen,ya que ha hecho que no pueda disfrutar esta, pero en parte no me arrepiento la danesa es brutal (tan brutal que me la vi en versión original subtitulada al inglés porque fue lo único que encontré).

No sé si seguirán con la siguiente temporada de Forbrydelsen, que a mí, particularmente, me gustó mucho más... (y estoy deseando que llegue septiembre para ver la tercera temporada, para que engañarnos)

Anónimo dijo...

anda! ¿y cuál es el cameo de sofie gabrol en la segunda temporada?

todavía estoy en shock con ese final, emotivo y redondo. a esta serie no se le puede poner ni un pero, brutal. qué grande la agente linden, magnética, atípica, y su relación in crescendo con holder. no sé si habrá tercera tempora pero ella tiene que estar. sé que alargar las series es condenarlas a que tengan más críticas y pierdan encanto, pero yo no me quiero quedar sin Linden y Holder. serie-clima por excelencia.