9.1.12

Mujeres desesperadas 8x10, especial cocina: ¿qué comen en Wisteria Lane?

La hija de Lynette dibuja como parte de un trabajo escolar el asesinato de Lincoln. Luego, Lynette y Bree dibujan un esquema para averiguar quién ha podido atropellar al detective. Como si el ex amante de Bree fuera el presidente asesinado y el episodio 8x10 de Mujeres desesperadas, la película La conspiración de Robert Redford. Además de esta curiosidad, lo que más me ha llamado la atención de este episodio ha sido la comida. No me he percatado hasta que no he vuelto a ver el episodio buscando la etiqueta del vino blanco que bebe Bree. Que sepa, Jasper & Tate no existe. Pero Bree, ¿una bata de satén, una pluma superchula, una tarjeta de despedida con membrete, y te bebes tu último sorbo de borracha en un vaso de plástico? Bree sólo bebe, como hace Carlos. Y excepto Gaby (que para eso va de modelo) nuestras chicas muestran gustos culinarios, bastante dispares.
Susan, además de presumir de fontanero cachas (sale sólo con el pantalón de pijama a la calle), nos demuestra que efectivamente lo suyo no es la cocina. Ésta es la comida de la pareja: sandwich de lechuga y pavo, patatas fritas de bolsa y un vaso de té con hielo. Susan no prueba bocado.
Los Scavo intentan volver a ser una familia normal. Da igual que regentaran un restaurante italiano. No sueltan la pizza ni a tiros. La compra Tom, olvidando que a Lynette le gusta con la masa fina, como siempre. Lynette hace una ensalada a la que le echa salsas por un tubo. De bebida: limonada. Por cierto, buenísimo el detalle del whisky que se lleva el abogado, es el mismo que Lynette regalaba a Tom por su aniversario.
Renee, siempre vestida para matar (esos leopardos) cuida de Bree, a la que le prepara (tomageroma) tortilla española. Bree que sólo le da al vino blanco la rechaza y vemos a Renee ¡comiendo! ¡por fin! Moraleja: la que mejor viste y cuida más su apariencia es la única que come...
El toque WTF! del episodio es esta estampa. Renee le quita los cordones a todas las zapatillas de Bree, por temor a que se cuelgue con ellos. Pero no le quita la copa de vino ni la pistola de las manos...

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