28.5.11

Crítica. El castor, el infeliz Mel Gibson y su muñeco de peluche casi humano


Lo reconozco. Fuí al pase de prensa con un gran prejuicio: Mel Gibson. Y con una gran ventaja: no sabía nada de nada de El castor. Si no la habéis visto y os apetece, ni se os ocurra asomaros al tráiler: destripan toda la película, incluyendo escenas importantes y hasta el final. No lo entiendo. Igual que odio al Mel Gibson persona, reconozco que me gustan sus películas como director (La pasión de Cristo y Apocalypto) y que como actor nunca lo ha hecho nada mal. Primera sorpresa: su depresivo Walter Black (hasta lo lleva en el apellido) convence, me hace reír y me emociona a partes iguales. El actor se desdobla y se hace mejor persona a través de este peluche con ojos humanos (el castor, un animal que siempre está construyendo). Black trabaja, paradójicamente, como fabricante de juguetes (lo que le presupone cierto espíritu infantil y positivo) y su mujer (Jodie Foster) diseña montañas rusas (que es en lo que se convierte su vida). Es una pena que Foster no dirija más pelis (la última, A casa por vacaciones, es ¡de 1995!). El castor aparenta ser una comedieta, pero es una dramedia de cierto calado, con bastantes buenas pretensiones. Junto a la pareja adulta, la pareja adolescente no lo hace nada mal. El hijo lumbreras de estos dos (Anton Yelchin, imdb) y su amiga del instituto (la de moda Jennifer Lawrence) también esconden, a pesar de su juventud, traumas bien gordos. Cada uno debiera ser feliz a su manera, parece decir Foster, pero sin ocultar que se es infeliz. Walter, a pesar de las apariencias (llevar un muñeco manopla es tan chungo como la muñeca hinchable de Ryan Goslin en Lars y una chica de verdad), es feliz hablando cual José Luis Moreno. Otros alivian su dolor metiéndose en problemas o golpeándose la cabeza contra un muro o pasando inadvertidos. El final es un poco telefilme, pero el arranque, la presentación del personaje y su bipolaridad resultan fascinantes. Si logras olvidar al Mel Gibson de ¿En qué piensan las mujeres? (ambos se parecen en cierta forma) y descartas el abuso de ciertas metáforas, es fácil que entres en la historia y te atrape y te conmueva. Conmigo lo consiguió.

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