29.9.10

Dexter 5x1: A dos metros bajo tierra

Esta entrada contiene spoilers. Esta imagen de Dexter 5x1, en la funeraria, durante el entierro de un extraño, me ha recordado inevitablemente a la gran A dos metros bajo tierra. Como si Michael C. Hall, Dexter, fuera de nuevo el hermano gay de los Fisher. La muerte vuelve a hacer presencia en la serie, pero por una vez Dexter no es el culpable material, aunque él así lo crea. Cada cual se enfrenta a sus fantasmas como mejor puede: Debra acostándose con su compañero, el que desconfía de su hermano. "No estoy acostumbrada a ser la más fuerte", dice. Laguerta quitándose el caso de encima, dándoselo al FBI. Dexter se autoculpabiliza ante la policía, intenta huir de la realidad, para finalmente cargarse a otro tipo para soltar toda su ira. Dexter llora cuando es realmente consciente de lo que le ha ocurrido, cuando, como el espectador, razona que el asesinato existe cuando hay asesinos, gentuza. A mí me daban ganas también de apalizar a este desgraciado del baño. Pero está claro que ésta será la temporada menos fría del asesino en serie. Si a House o Don Draper les cuesta ser ellos mismos, sentir de verdad, ¿cómo nos extraña que Dexter sea incapaz de llorar? Dexter, como hiciera con su hijo bebé en la anterior temporada, le dice a Rita, muerta, que él mata. Se confiesa. Su necesidad de sobrellevar la muerte provoca que el fantasma de su padre vuelva, Harry, a ayudarle. ¿Lo hará también el fantasma de Rita?

Me quedo con dos grandes momentos que hacen de Dexter una de las mejores series de televisión. El que todos pensais: cómo Dexter les comunica a los hijos de Rita su muerte, con las orejas de Mickey Mouse puestas, como un pelele de las circunstancias, mientras escucha que el único culpable es él. Si no hubiera conocido a Rita, ella seguiría viva. Y descubrimos entonces, cómo fue esa primera cita a ciegas, segundo momentazo. ¿Se dijeron adiós el día que se conocieron? Qué grande. Normal que Debra también se sienta culpable: ella los presentó. Y vemos a una Rita resplandeciente, hermosa, dulce, buena gente, como siempre ha sido en la serie. Y Dexter, en la mesa, desconectado, interesado exclusivamente en matar a un tipo que hay en otro rincón de la cafetería. Ésa es su cruz, el instinto asesino por encima de cualquier sentimiento. Matar antes que amar. Matar antes que llorar, sentir el dolor. Ahora, tiene tres hijos a su cargo, y eso debería ser lo más importante en su vida. Pero es un serial killer, y ya sabemos que la gente nunca cambia...

2 comentarios:

María/A cualquier otro lugar dijo...

No veo Dexter, pero al oír A dos metros bajo tierra me emociono xd. Para mi Michael C.Hall siempre será David Fisher ...

Mariló García dijo...

Este episodio te recuerda inevitablemente a la otra serie... Pues si no ves Dexter, ¡te la recomiendo!