Esta tía es la bomba, uno de los mejores personajes de comedia en TV. Que no sea nominada a nada (como tampoco su fiel Sancho Panza, Marc) me parece un delito. En el episodio once de la cuarta temporada de Betty vuelve a demostrar que le sobran ovarios. Yo de mayor quiero ser como ella. Su amante (
el pedazo maromo de Perdidos) está en la cárcel y ella decide, sin contar con él, presentarse de esta guisa para casarse. El vestido de novia de Wilhelmina lo tiene todo: hombreras marcadas puntiagudas, collar de perlonas con joyería y un tocado burlón que parece el alfiletero de una costurera. La tía viste de puta madre, para qué vamos a engañarnos, siempre es un placer verla. Ella es IN. Muy siglo XXI.
El otro guiño muy siglo XXI (aunque ya tardaba en aparecer) es el blog que se monta Betty, muy ambicioso, la verdad. La tía no se contenta con abrir el portátil y dejar volar la imaginación, no. Betty va y monta un cásting de zapatos, para explicar a través de ellos cómo son las personas que los llevan. Yo cuando lo he visto no he dado crédito. No me imagino gastando un duro en montar tal pollo, pero en fin, Betty es fantasía pura. Lo que no sé es si existe de verdad el blog en la Red.
Esta tía es la bomba, uno de los mejores personajes de comedia en TV. Que no sea nominada a nada (como tampoco su fiel Sancho Panza, Marc) me parece un delito. En el episodio once de la cuarta temporada de Betty vuelve a demostrar que le sobran ovarios. Yo de mayor quiero ser como ella. Su amante (el pedazo maromo de Perdidos) está en la cárcel y ella decide, sin contar con él, presentarse de esta guisa para casarse. El vestido de novia de Wilhelmina lo tiene todo: hombreras marcadas puntiagudas, collar de perlonas con joyería y un tocado burlón que parece el alfiletero de una costurera. La tía viste de puta madre, para qué vamos a engañarnos, siempre es un placer verla. Ella es IN. Muy siglo XXI.
El otro guiño muy siglo XXI (aunque ya tardaba en aparecer) es el blog que se monta Betty, muy ambicioso, la verdad. La tía no se contenta con abrir el portátil y dejar volar la imaginación, no. Betty va y monta un cásting de zapatos, para explicar a través de ellos cómo son las personas que los llevan. Yo cuando lo he visto no he dado crédito. No me imagino gastando un duro en montar tal pollo, pero en fin, Betty es fantasía pura. Lo que no sé es si existe de verdad el blog en la Red.
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