Michael Jackson ha muerto

La reina del pop se ha quedado sola

Michael Jackson ha muerto de un paro cardiaco. No es que fuera una de sus fans ni que su música me provocase el delirio, pero no me quedé con las ganas de verle y lo hice hace muchos años en su concierto de Madrid del Vicente Calderón. Fue en agosto de 1988, hace ahora 21 años, y recuerdo que fui con una camiseta negra con la cara de Bob Marley. Me acompañaron mi madre y mi hermano. Era su primer concierto en la capital y el segundo en España tras Marbella, donde había cantado el día anterior. Nos sentamos muy lejos del escenario (Jacko congregó a 60.000 personas) y recuerdo haber pateado el suelo junto a esos miles de fans y no haber parado de bailar. Ese concierto fue espectáculo con mayúsculas, un videoclip sobre el escenario, algo que pocos artistas saben hacer: Madonna, también. La reina del pop sin el rey se ha quedado sola. Y Justin Timberlake recogerá el legado de su ídolo.

También le debo el haber sentido el miedo en el cuerpo. Cuando se emitió por primera vez el vídeo de Thriller, lo presentaron Martes y 13. Yo era una chavala por entonces y lo anunciaron como algo supercachondo. Lo que no podía imaginarme era el pedazo de susto que me llevé cuando ví al cantante con los ojos amarillos como un zombie putrefacto. Fue una genialidad que a mí me pilló en bragas, vaya.

Para casi todos la noticia de su muerte (yo lo he oído esta mañana en CNN+) ha sido un shock, a pesar de que desde hacía muchos años ya se barruntaba que Jacko no acabaría bien. En la crítica de El País de ese concierto en el Calderón, recuerdo, hace 21 años, Nacho Sáenz de Tejada vaticinaba al final de su crítica: "Michael Jackson demostró ser un buen bailarín y cantante superado por un entorno que ha fabricado él mismo y que amenaza con devorarle".