8.8.08

China: cambios por los Juegos Olimpicos

¡En el aeropuerto la alfombra roja es una pista de atletismo!

8/8/8 Hoy se inauguran los JJ OO de Beijing. Hace unos días andaba por ese país anárquico, asfixiante y cerrado a las costumbres occidentales, preguntándome en qué habrían cambiado los chinos por obligación del Gobierno. Fuimos con algunas nociones que parecían leyendas urbanas (los taxistas ya no comen ajos, ya no comen perro, ya no escupen al suelo) y en el periódico que leíamos a diario aparecían datos nuevos, sobre todo con relación a la tremenda polución que tiene el país (cierre de fábricas, alternancia de coches, lluvia provocada si llegaba el caso). Cuando subimos al Victoria's Peak en Hong Kong el periódico decía al día siguiente que había sido uno de los peores días de contaminación y calor, el peor desde 1995. Una mujer murió de un golpe de calor y varias personas fueron ingresadas.

Éstas son en imágenes algunas de las cosas que supuestamente antes no eran así.

No cogí ningún autobús, así que no puedo asegurar que el tráfico fuera más fluido porque no hubiera tanto coche. Me flipó comprobar que algunos autobuses todavía iban por railes en el techo. Y de aire acondicionado, nada. Con una humedad del 90% era como para cagarse.

Esta fue una parada muy cerca de donde nos dejó el Shuttle Bus que te lleva del aeropuerto al hotel como ya conté aquí. No paraba ningún taxi, así que me pude fijar en este anuncio. Lo había visto en un blog antes de ir, así pude saber lo que significaba. Ésta es la forma que tiene el gobierno de decir que se respeten las colas, con un 1 + 1. Porque, y esto sí es cierto, en China no sólo no hacen colas sino que empujan y nadie se queja.

Estos amigos de la camiseta azul son los voluntarios que ha patrullado el Gobierno para que faciliten información al turista perdido (lo cual no es nada anormal). El problema es que sólo hablan chino, y a diferencia del japonés, que se excusa y te confiesa no saber, el chino tiende a decirte que sí y enviarte por el lado contrario con tal de facilitarte ayuda. En la imagen, la mujer que habla con el móvil era una que pasaba por allí que controlaba algo de inglés, y que debía de ser amiga de uno de los de azul. Les pedimos ayuda para pedir el taxi que nos llevara al puto hotel. El móvil es del chico, así que no nos costó un duro. Y la señora le hablaba en chino al del hotel para ir anotando en chino cómo llegar, única forma, la lectura, de que el taxista entendiera algo. Esto fue surrealista. Desde entonces todo anotado en chino, cosa que te facilitaban en el hotel. Esto no ha cambiado.

Efectivamente, así se sientan, donde pillen. No hay bancos, ni los han puesto por muchas olimpiadas que haya. Hasta te los puedes encontrar comiendo en cuclillas en medio de una cera atestada de gente. Y lo de la gorra, tampoco es coña. Es la que se lleva, contra el solazo que cae. Cuando van en moto o hay mucha polución lo que hacen es echársela para delante y se tapan la cara con la visera. De ahí que sea tan alargada. Lo de hortera es otra cosa.

No toman café y casi ni leche. Como cuando estuve en Cuba, aquí lo que se lleva es el yogur. Es más barato, pero no sé exactamente cuál es el motivo de que no consuman leche. El yogur se vende en vasijas de barro, y no están en la nevera. Yo, ni tocarlo. Por eso, turista amante del coffee, no te quedará otra que buscarte un Starbucks.

Así son los WC en Beijing. A veces, si hay varios uno es occidental, pero en general te encontrarás con este moderno diseño, que es como el de los tíos pero hincado en el suelo. Y no suele haber papel, así que servilletas o pañuelos a mano siempre.

El McDonald's como la Coca Cola son los que mandan en Beijing. Hasta hace nada, creo, no tenían competencia. Pero ya puedes ver algún Burguer King y la Pepsi ha entrado con fuerza. Eso sí, el símbolo capitalista junto a las mascotitas de las Olimpiadas, los cinco ositos cuyas primeras sílabas de sus nombres significan unidas: Bienvenido a Beijing!


No vimos nada escrito en español, sólo en la Muralla.

Bicicletas y más bicicletas, o motos. Cada uno hace lo que le viene en gana, se saltan los semáforos, no respetan los pasos de cebra, anarquía, así que cuidado al cruzar.

Y, por supuesto, los aparcamientos contienen cientos de bicis y motos.

Como a la entrada de este Kentucky Fried Chicken. Esta franquicia supera a McDonald's en locales. Los chinos comen pero que mucho pollo, y sobre todo, frito. A pesar de los turistas, el horario para cenar es muy reducido. A las 10 casi todo está chapado. Recomendación: comer en los centros comerciales o en último caso en el hotel. En la calle puedes encontrarte restaurantes sin fotos y con la carta sólo en chino así que fíjate bien.

Te cansarás de ver neones que anuncian los Juegos.

Éste es el primer cartel que te encuentras al llegar a la zona olímpica. Es de los pocos que un extranjero podrá entender, aunque ya se ven muchos en inglés y chino.

Entrada majestuosa. Es una zona enorme, de grandes autovías, árboles y paseos. Cuando fuí yo con el taxi llegabas hasta un límite y luego el resto a pata.

Así es el famoso carril sólo para coches olímpicos. Evitan el atasco en los Juegos, pero imagínate que te prohíban circular por un carril mientras ves cómo está el resto petado. Pues lo evitan porque la multa es gorda.
Este cartel tan poco favorecedor de Kaká está a la salida de los Guerreros de Terracota en Xian. Dudamos de si le habían pegado la mano al resto del cuerpo porque la foto tiene cojones.

Igual que a ti te parecen bichos raros, a los chinos contigo pues lo mismo. La diferencia es que ellos no se cortan un pelo y se te acercan para que te hagas una foto. Nos comentaron que las personas con lóbulos grandes (ésta va por ti mami) son gente que tendrá buena suerte. Los chinos representan a sus budas con grandes lóbulos y ellos, de hecho, no suelen tenerlos así. Las personas de pelo claro también traen suerte (todos los chinos tienen el pelo negro y liso, sin más variedad). Más de uno empujaba a sus hijos pequeños hacia ti y sin decir nada disparaban con la cámara y luego te sonreían. Son tan religiosos como supersticiosos.

Las distancias son enormes. China es un continente. Pues sus centros comerciales no desentonan. Suelen ser plantas y plantas llenas de tiendas y restaurantes con escaleras que dan vértigo (yo lo sufro).

Budweiser montó esta horterada con cada uno de los países. El de arriba es el de España. Aquí vimos españoles sentados tomándose una birra (dónde si no). Abajo, la cerveza como si fuera Don Perignon, con sus copas y todo. Por cierto, la cerveza no la sirven fría y si la pides "cold" creen que la quieres con hielo.


Yo y mi bolsa de Sogo, uno de los centros comerciales más conocidos, con una de las mascotas en Hong Kong.
Esta fue la tontería número uno, con la antorcha de pega mientras caminábamos por los jardines Kwolong en Hong Kong.

Y la tontería número dos esta otra. Sólo hace falta salir al extranjero para meter la cabeza en cualquier trozo de cartón y hacer el moñas.


La chavala ésta llevaba una camiseta de la selección española. para quien no lo sepa, la china viste los mismos colores, así que es normal que la nuestra les mole. De hecho, en los puestos de los voluntarios con los que he empezado este post una de las cuatro imágenes que puedes ver es la de un español con la camiseta.

No hay comentarios: