Tras Sexo en Nueva York ninguna otra serie ha vuelto a reflejar las inquietudes femeninas como hicieron Carrie y compañía. Lipstick Jungle pretende ser (o así se ha vendido) Sexo en Nueva York del siglo XXI. La trama ocurre también en Nueva York, la moda está omnipresente de nuevo, los hombres, también, y los diálogos chispeantes alrededor de la mesa (y al teléfono) se suceden uno tras otro. De hecho, la creadora de ambas (novelas) Candance Bushnell es la misma. ¿Cuales son entonces las diferencias de esta nueva comedia de la NBC con Sexo en Nueva York de la HBO?Primero, no son cuatro amigas, son tres; algo más mayores (no sé si en edad pero sí en posición profesional) y que no dependen de los tios (en principio) ya que en sus respectivos trabajos son las mejores (ocupan puestos en una hipotética lista de las mujeres con más éxito de la ciudad). Sus obsesiones no son los manolos, ni los cosmopolitans ni estar en las mejores fiestas. Ellas tienen hijos, maridos, curritos que dependen de sus decisiones, un status que mantener y un teléfono que suena constantemente. Puede que un amplio sector de mujeres no se sienta muy identificada con ellas y eso provoque un rechazo a la serie.
Brooke Shields (De repente Susan) es Wendy, una productora de películas, que ve cómo su matrimonio (tiene tres hijos) se tambalea. Su marido (Christopher Wiehl de Jericho) la sigue queriendo pero ya en el piloto la pide el divorcio. No soporta que hasta en sus días libres también trabaje. La actriz actúa como en De repente Susan y viste sobria, de chaqueta siempre. Recuerda por momentos a la Lynette Scavo (Felicity Huffman) de Mujeres desesperadas.
Kim Raver (24) es Nico, una editora de una revista de moda que quiere adquirir otra, y que le pone los cuernos a su marido (un tipo que ya no se fija en ella), arrepintiéndose después. El marido es Julian Sands, con pinta de intelectual a la europea que va a lo suyo. Ella liga con un joven en una barra de un bar y lo rechaza por principios. Él le anota en el muslo su teléfono, para que le llame cuando quiera. Cuando llega a casa, entra su marido y la pilla intentando quitarse la pintura de la pierna, pero no se da ni cuenta. Ella entonces decide echar la canita al aire. Kim Raver va de estirada en la serie y puede que sea de las tres la más detestable por su encorsetamiento.
Lindsay Price (Sensacion de vivir) es Victory, una diseñadora de moda que obtiene malas críticas en su último desfile y que no sabe si vender su firma a una empresa japonesa. Un excéntrico y joven hipermultimillonario (Andrew McCarthy) cuya cama mide 'sólo' unos cuatro metros de ancho, se enrolla con ella. Es la única soltera y sin hijos, y parece la más joven de las tres (no cuadra mucho la verdad).Se ha retrasado el estreno de Lipstick Jungle en Estados Unidos al 1 de enero de 2008.
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